jueves, 28 de enero de 2010

Where are my drugs!?

fármacos, fármacos, fármacos, fármacos . . .

lunes, 25 de enero de 2010

A long long time ago, I can still remember. . .


El tiempo pasa más rápido de lo que creía. . .
En mi memoria están como si hubiera sido ayer cuando lloraba al lado de mi mamá diciendo "no quiero crecer"
Están tan cerca, pero tan lejos los recuerdos de los veranos en viña, las navidades recibiendo barbies, los cumpleaños con sorpresas, mi perro saliendo cada vez que abríamos la puerta . . . Pero, de un momento a otro , sin darnos cuenta, el tiempo avanzó de una manera inimaginable. . . Tan rápido, tantas cosas que me encantaría volver a tener y que me llenan de nostalgia . .
Ahora el futuro atemoriza, sin embargo el camino aún es largo y hay que tener energías porque en la vida no se puede hacer un break para descansar. La consciencia se formó, es hora de empezar a disfrutar para no volver a anhelar.

domingo, 24 de enero de 2010

Autoestima

Creo que yo y el autoestima somos de polos iguales, tanto así que nos repelemos.
Desde muy pequeña fui de autoestima bajo pero de un carisma y alegría simplemente I-N-C-R-E-Í-B-L-E, nada me hacía sentir mal.

Pero conocí al enemigo mortal de quizás muchos: la comparación. Al ver como todos son distintos, produce ganas de tener lo que no tenemos : dinero, moda, objetos, lo que sea para hacernos sentir más seguros. Pero es tan difícil adquirir seguridad cuando obtienes lo que los otros tienen, y pierdes tus atributos que te hacían especial. Te conviertes en un soldadito más hacia la destrucción.
Durante todo el 2oo9 que pasó . . . Me sentí la persona más feliz del mundo y en otros momentos la persona más desdichada que podría existir. Hubo momentos tan buenos, sin embargo, se opacaron con los malos, o tal vez no.
Durante todo el 2oo9 que pasó me dediqué a convencerme de ser feliz, pero cuando algo pasaba, también me dedicaba a sentirme la persona con menos suerte en el mundo.
Creo no ser la misma.- quizás todos en algún rango lo hagamos.
No puedo comprometerme a cambiar, a que ya no me importará lo que opinen los demás; o a no compararme con las otras personas. No puedo comprometerme a olvidar, pero si puedo intentar obviar. No puedo comprometerme a no ser quien soy, y no puedo comprometerme a anhelar lo que no tengo.
No puedo comprometerme, porque las palabras se las lleva el viento: Puedo intentar.