Desde muy pequeña fui de autoestima bajo pero de un carisma y alegría simplemente I-N-C-R-E-Í-B-L-E, nada me hacía sentir mal.
Pero conocí al enemigo mortal de quizás muchos: la comparación. Al ver como todos son distintos, produce ganas de tener lo que no tenemos : dinero, moda, objetos, lo que sea para hacernos sentir más seguros. Pero es tan difícil adquirir seguridad cuando obtienes lo que los otros tienen, y pierdes tus atributos que te hacían especial. Te conviertes en un soldadito más hacia la destrucción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario