martes, 15 de febrero de 2011

Never say goodbye.

Hace mucho tiempo que no me daba el tiempo de escribir, la verdad es que por poco olvidaba que tenía un blog. Sin embargo, me puse a leer las entradas antiguas y, sin ser prepotente y petulante, la verdad, me sorprendió la capacidad que tenía de escribir y de lograr embellecer las palabras.

He vuelto, quizás más grande, más gorda, más negra, pero siendo la misma.

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